Fisioterapia para el cuidado de heridas: usos y beneficios

Fisioterapia para el cuidado de heridas

La fisioterapia para el cuidado de heridas es un área de especialidad de la fisioterapia que implica la prevención, valoración y el tratamiento de heridas agudas o crónicas. Los fisioterapeutas a menudo se encuentran con pacientes que pueden ser más propensos al desarrollo de heridas. Por lo tanto, tienen la oportunidad de ayudar a minimizar o prevenir dichos episodios.

La fisioterapia para el cuidado de heridas puede ayudar a comprender cómo algunas condiciones, como la diabetes o la insuficiencia venosa, pueden influir en la respuesta del cuerpo a los estímulos externos. En el ámbito de la prevención, los fisioterapeutas enseñan a los pacientes con diabetes o problemas venosos cómo realizar inspecciones periódicas de los pies. Asimismo, hacen hincapié en la importancia de evitar posiciones prolongadas y aumentar los niveles de actividad para minimizar la probabilidad de desarrollar una herida.

Los fisioterapeutas están a la vanguardia de la prevención y manejo de heridas, debido a que brindan tratamiento durante las etapas más críticas del cuidado y la curación. Un profesional de esta área posee un profundo conocimiento de la anatomía y la curación de los tejidos, y tiene experiencia en movilidad y posicionamiento. Por lo general, en una fisioterapia para el cuidado de heridas se trabaja estrechamente con un equipo médico para proporcionar un tratamiento eficaz para cada tipo de herida.

Tipos de heridas

Las heridas se pueden dividir en heridas abiertas o heridas cerradas. En una herida cerrada, la superficie de la piel está intacta, pero los tejidos subyacentes pueden estar dañados, mientras que con las heridas abiertas la piel se rompe o se agrieta, y los tejidos subyacentes quedan expuestos. Algunos ejemplos de heridas cerradas son contusiones, moretones o úlceras por presión en etapa 1.

Las heridas más comunes tratadas en una fisioterapia para el cuidado de heridas incluyen:

• Heridas necróticas
• Úlceras por presión en etapas 3, 4 o inestables
• Heridas diabéticas
• Edema y heridas causadas por edema
• Heridas crónicas
• Heridas venosas o arteriales
• Incisiones quirúrgicas que no sanan

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Factores que afectan la curación de heridas

El proceso normal de curación de heridas se puede dividir en cuatro fases que pueden sobreponerse o empalmarse. Estas son coagulación (hemostasia), inflamación, formación de tejido de granulación (fase proliferativa) y remodelación o formación de cicatrices. Muchos factores pueden interactuar con una o más fases del proceso de curación de heridas, por lo que se pueden presentar complicaciones.

Algunos factores que dificultan la curación de heridas pueden ser de tipo intrínseco, local o sistémicos, por ejemplo:

Factores intrínsecos

• Edad
• Nutrición
• Niveles de hidratación
• Ubicación de la herida
• Profundidad de la herida
• Medicamentos
• Presencia simultánea de dos enfermedades crónicas (comorbilidad)

Factores locales

• Falta de humedad
• Infección localizada o sistémica
• infección nosocomial
• Inmunodeficiencia
• Factores mecánicos
• Edema
• Radiación ionizante
• Isquemia y necrosis
• Cuerpos extraños
• Baja tensión de oxígeno
• Perfusión

Factores sistémicos

• Inflamación
• Diabetes
• Trauma
• Déficits nutricionales
• Trastornos metabólicos
• Inmunosupresión
• Enfermedades del sistema circulatorio
• Trastornos del tejido conectivo
• Tabaquismo
• Alcoholismo

Enfoques de tratamiento de la fisioterapia para el cuidado de heridas

Apósito para heridas

La fisioterapia para el cuidado de heridas comienza con la valoración de la herida y un desarrollo de un plan de atención individualizado. Los enfoques de tratamiento comunes pueden incluir:

• Medición y documentación de las características de la herida
• Limpieza de la herida
• Desbridamiento (eliminación) de cualquier tejido muerto
• Selección y aplicación de apósitos para heridas
• Aplicación de compresión si es necesario
• Educación del paciente, cuidadores y familiares respecto al cuidado de la herida y los cambios de apósitos

Las modalidades de tratamiento disponibles pueden incluir:

• Aplicación de apósitos para heridas (apósitos hidrocoloides, apósitos antimicrobianos, etc)
• Ultrasonido terapéutico
• Estimulación eléctrica
• Luz ultravioleta
• Sistema de lavado pulsátil
• Baños de remolino (técnica de hidroterapia)
• Terapia de presión negativa
• Terapia de compresión

Fisioterapia para el cuidado de heridas según el contexto clínico

En la fisioterapia para el cuidado de heridas el tratamiento tiene múltiples entornos de práctica que incluyen cuidados agudos/intensivos, pacientes ambulatorios, rehabilitación, salud en el hogar, enfermería especializada y rendimiento deportivo. Aunque hay diferentes modalidades de tratamiento, a continuación se brinda ejemplos de cómo se puede utilizar las técnicas en diferentes contextos clínicos.

Fisioterapia para el cuidado de heridas agudas

En un entorno de cuidados intensivos o agudos, se brinda tratamiento a pacientes con quemaduras complicadas, lesiones traumáticas y heridas postquirúrgicas. Además, muchos pacientes con enfermedades y lesiones agudas son susceptibles a daño adicional a la piel. La fisioterapia para el cuidado de heridas contribuye al manejo de la herida al hacer una fina evaluación de riesgos. También mediante ejercicio, entrenamiento de movilidad funcional y el manejo directo de heridas abiertas. Finalmente, contribuye a la curación de tejidos.

Fisioterapia para el cuidado de heridas crónicas

Las heridas crónicas pueden causar diversas complicaciones de salud. No solo son incómodas, sino que requieren el uso frecuente de apósitos. Además, se corre el riesgo de sufrir infecciones locales y sistémicas. En muchos casos, los pacientes sufren de heridas crónicas durante años y han pasado por diferentes tratamientos que no han funcionado.

Fisioterapia para el cuidado de heridas en pacientes ambulatorios

En entornos ambulatorios, los pacientes suelen ser más estables desde el punto de vista médico, pero pueden presentar heridas abiertas complejas. Se puede utilizar técnicas de manejo de heridas, como desbridamiento (eliminar tejido muerto) y compresión. Además están disponibles algunas técnicas ya señaladas, como estimulación eléctrica. La incorporación del ejercicio terapéutico en el plan de tratamiento de la herida es importante, como lo es maximizar el movimiento funcional.

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Enfermería especializada

Los pacientes en el entorno de enfermería especializada pueden ser frágiles, debido a que en términos virales, no son clínicamente estables y tienen poca movilidad independiente. También un paciente en este entorno puede tener necesidades extensas de cuidado de heridas complicadas por múltiples comorbilidades (varios trastornos presentes) que reducen significativamente el potencial de curación. Por estas razones, la fisioterapia para el cuidado de heridas no solo se centra en la rehabilitación física, sino que también puede tener un fuerte énfasis en la examinación y la evaluación del paciente.

Las heridas se curan a diferentes velocidades y la duración de la fisioterapia se basa en las necesidades individuales del paciente. Según el tipo de herida y la cantidad de atención necesaria, la duración del tratamiento puede variar de uno a varios meses. Por esto, el fisioterapeuta definirá un tratamiento para maximizar la cicatrización de la herida.

Una herida que no cicatriza puede causar mucho dolor, complicaciones médicas adicionales y un gran impacto en la calidad de vida. Se ha desarrollado avances importantes en los tratamientos para curar y cerrar con éxito heridas crónicas y que no cicatrizan. La fisioterapia puede ser un tratamiento complementario para las heridas que no cicatrizan cuando el cuidado estándar tiene poco éxito.

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Fuentes

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