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Mitos del tratamiento de heridas

Todos hemos escuchado historias sobre cómo se curó una herida solo limpiándola con jabón, con azúcar o con miel. Este es uno de los muchos mitos del tratamiento de heridas que han afectado la salud de las personas durante años. Existen muchos conceptos equivocados sobre lo que funciona y lo que no funciona cuando se trata del cuidado de heridas. La valoración es esencial para heridas de todas las formas y tamaños.

Mitos del tratamiento de heridas: herida abierta

Para muchas personas, el tratamiento de heridas es lavar la zona afectada suciedad, retirar la sangre, ponerse un vendaje y dejar que la piel haga el resto. Esto a veces está bien. La piel en general es bastante buena para arreglarse a sí misma. Pero a veces las heridas pueden persistir durante semanas, meses e incluso años.

Esto se debe en parte a que el proceso de curación de las heridas sigue siendo un misterio médico. Esto porque involucra muchas células y procesos corporales diferentes que la ciencia aún no comprende por completo. A continuación presentamos alguno de los más comunes, y a veces divertidos, mitos del tratamiento de heridas.

Lo mejor es limpiar una herida con alcohol o agua oxigenada

Este es uno de los mitos del tratamiento de heridas más comunes. Frotar alcohol y agua oxigenada en realidad puede retrasar la curación de una herida y dañar el tejido. Aunque el alcohol puede minimizar la actividad de los gérmenes en la superficie de la herida, también daña las células que forman parte del proceso de curación. El agua oxigenada puede tener un efecto similar. Sin embargo, estos pueden usarse de forma segura alrededor de la herida en la piel sana.

El método recomendado para limpiar una herida menor es aplicar agua fría y jabón para piel sensible. Sin embargo, para heridas profundas, grandes y con sangrado, se recomienda buscar atención médica profesional.

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No es necesario tratar las heridas pequeñas

Las heridas pequeñas pueden ser pequeñas cortadas en manos y dedos, o abrasiones en rodillas. Con tantas lesiones cotidianas posibles, es sorprendente lo poco que sabemos sobre cómo atenderlas. Es común minimizar la gravedad de las lesiones pequeñas pensando que el sistema inmunológico se encargará de la curación. En realidad, para una bacteria o cualquier organismo, incluso un piquete de alfiler ofrece una oportunidad para que el cuerpo sufra una infección. Por lo tanto, es importante tratar cualquier herida con la atención adecuada, sin importar su tamaño.

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Exponer la herida al aire le ayuda a sanar

Aunque el oxígeno es crítico para la curación de heridas, las laceraciones nunca deben quedar expuestas. Las heridas descubiertas corren el riesgo de atraer gérmenes y de infectarse. Una vez que la herida se limpia, se debe mantener cubierta con apósitos que se debe monitorear y cambiar cuando sea necesario. Una herida abierta también puede doler más o extenderse, ya que no tiene protección contra los elementos.

Entre más profunda la herida, mayor el dolor

Uno de los mitos del tratamiento de heridas es suponer que la profundidad de una herida es un criterio para la determinación del dolor y viceversa. Es fácil dar por hecho que la herida que más duele es más profunda que la herida que duele menos. Sin embargo, esto no siempre es verdad. En la estructura de la piel una gran cantidad de fibras nerviosas se encuentran debajo de la capa superior de la piel. Por lo tanto, una abrasión superficial o una quemadura pueden causar más dolor que un corte profundo o una herida de cuchillo.

En el caso de quemaduras profundas, se destruye la mayoría de las fibras nerviosas, lo que impide sentir el dolor. Por lo tanto, es importante que este mito del tratamiento de heridas desaparezca. No se debe juzgar una herida por el nivel de dolor y cualquier herida o cortada que sangra mucho debe ser atendida por un médico de inmediato.

La comezón en una herida es algo normal

Cualquier persona ha experimentado esa sensación cuando el área de la herida comienza a picar o a dar comezón. Muchas personas creen que esa sensación es una señal de que la curación va bien. Esta sensación es más común en heridas superficiales y quirúrgicas. En general, la picazón puede ser un signo de curación si se limita solo a la herida. Sin embargo, para algunos casos de cirugía posterior, puede ser un signo de infección del sitio quirúrgico.

Si la herida se pone roja, tiene pus o la picazón se convierte en una sensación palpitante, también debe sospecharse de una infección y debe tratarse lo antes posible. Esto para evitar que la infección se propague o cause un absceso. En algunos casos, la picazón puede ser un signo de una reacción alérgica al medicamento que se usa para tratar una herida. Es recomendable consultar al médico ante cualquier señal de picazón.

El apósito solo es útil para mantener protegida a la herida

Mitos del tratamiento de heridas: apósito para heridas quirúrgicasLa realidad es que los apósitos sirven para muchos propósitos además de evitar que una herida se ventile. Es importante saber que la mayoría de los apósitos permiten el paso del aire. Cuando se cubre adecuadamente, un apósito puede ayudar a proteger el área de la herida de roces contra otras superficies que pueden tener suciedad o bacterias. Mantener una herida protegida puede ayudar a que sane más rápido y prevenir infecciones. Si alguien sufrió una cortadura, un apósito también puede ayudar a mantener unidos los bordes del corte y reducir la formación de cicatrices.

Se debe tener en cuenta que se debe limpiar primero la herida antes de aplicar ungüentos y apósitos.

Las costras sobre una herida son buenas

Las personas piensan que la formación de una costra es señal de que la curación está progresando. Aunque una costra se desarrolla durante el proceso de curación, es solo una parte de todo el proceso. Normalmente, el cuerpo forma costras para secar el área de la herida, lo que crea un entorno que dificulta el crecimiento de más bacterias. Sin embargo, la costra también dificulta el crecimiento de nuevas células de piel para cubrir la herida por completo. Esto puede impedir la cicatrización completa, especialmente si la costra es grande. Una costra también puede atrapar las bacterias o el tejido inflamatorio, lo que resulta en una cicatrización más lenta y un mayor riesgo de infección.

Todos los apósitos para heridas son iguales

Uno de los más grandes mitos del tratamiento de heridas es que todo los apósitos son iguales. En realidad hay una razón de que haya tantos apósitos entre los cuales elegir. Cada uno de los productos químicos utilizados en estos apósitos tiene un efecto y beneficio diferentes. Por ejemplo, los apósitos hidrocoloides son efectivos cuando hay poco líquido o humedad en la herida, como en el caso de heridas agudas y úlceras por presión. Los apósitos de alginato se usan para regular la humedad en las lesiones con drenaje de moderado a severo. Los apósitos de colágeno ayudan con el desbridamiento, crean nuevas estructuras de tejidos y ayudan al crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Es importante escoger el tipo de apósito adecuado, según el tipo de herida.

Las heridas son frecuentes en niños y adultos, sin importar el estilo de vida ni la clase social. Es necesario saber cómo tratarlas y cuándo es necesario buscar atención profesional.

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Fuentes

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