Última revisión: Agosto 2022
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Imitadores de la epilepsia: enfermedades o condiciones parecidas
Experimentar una convulsión no necesariamente significa que se tiene epilepsia. Existen condiciones que tienen síntomas similares con las cuales a menudo se confunde la epilepsia. Los trastornos que pueden producir temblores o sacudidas anormales o pérdida de conciencia pueden no estar asociados con una descarga eléctrica anormal en el cerebro. Estas enfermedades parecidas a la epilepsia se puede diagnosticar erróneamente. Por esto se les denomina imitadores de la epilepsia.
Tener una convulsión por primera vez o lo que parece ser una convulsión puede ser una experiencia aterradora. Muchas personas creen que sufrir una convulsión es sinónimo de padecer epilepsia, pero no siempre es así. Por lo tanto, es fundamental acudir al médico si se tuvo una convulsión para averiguar qué la causó.
Los siguientes imitadores de la epilepsia son algunas condiciones de salud que podrían resultar en un diagnóstico erróneo de epilepsia.
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Primera convulsión
Una primera convulsión es un evento de una sola vez que puede ser provocado por un medicamento o por anestesia. Estas convulsiones por lo general no se repiten.
Algunas convulsiones pueden ocurrir por sí solas, sin ningún desencadenante. En la mayoría de los casos estas convulsiones no volverán a ocurrir, a menos que la persona haya sufrido daño cerebral o tenga antecedentes familiares de epilepsia. Sin embargo, siempre es una buena idea hacerse estudios y ser examinado por un profesional de la salud.
Convulsiones debido a diabetes
Aunque parezca sorprendente, en ocasiones la diabetes puede ser una de las enfermedades parecidas a la epilepsia.
Es decir, hay personas que padecen diabetes y no lo saben. Si se presenta una convulsión, se podría creer que se debe a epilepsia cuando no es así.
Una convulsión diabética es una condición médica grave que sin tratamiento de emergencia, puede ser mortal. Los niveles extremadamente bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia) causan convulsiones. Por eso es tan importante el monitoreo continuo de la glucosa y que los diabéticos conozcan sobre su condición.
Las convulsiones por diabetes son uno de los imitadores de la epilepsia más peligrosos. Una convulsión también puede suceder si el paciente se inyectó demasiada insulina o si no comió justo después de tomar la insulina.
Convulsiones por fiebre
Las convulsiones febriles ocurren en personas con fiebre alta y por lo general no se convierten en epilepsia. Las posibilidades de tener otra convulsión por fiebre son del 25% al 30%. No obstante, el riesgo de recurrencia de convulsiones se incrementa si se tiene antecedentes familiares de epilepsia. Asimismo, si existe daño en el sistema nervioso antes de la convulsión o el episodio fue largo o complicado.
La fiebre es señal de que el cuerpo está luchando contra una infección. Una convulsión febril es uno de imitadores de la epilepsia que puede asustar a los padres. Estos episodios a menudo ocurren cuando un niño pequeño tiene fiebre por encima de los 38° o 39° C. Las convulsiones generalmente duran unos minutos y se detienen solas, aunque la fiebre puede continuar por algún tiempo.
Las convulsiones febriles pueden parecer graves, pero la mayoría se detiene sin tratamiento y no causa otros problemas de salud.
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Convulsiones no epilépticas
Los eventos o convulsiones no epilépticas parecen convulsiones, pero en realidad no lo son. Las condiciones que pueden causar eventos no epilépticos son diversas. La narcolepsia o trastorno del sueño es una de ellas. Otra es el síndrome de Tourette, una condición neurológica caracterizada por tics vocales y corporales. Los ritmos cardíacos anormales o arritmias también pueden producir convulsiones no epilépticas. Los eventos no epilépticos que tienen una base psicológica se conocen como convulsiones psicógenas.
Una forma de distinguir una convulsión epiléptica de una convulsión no epiléptica es a través de un electroencefalograma (EEG). Este análisis detecta descargas eléctricas anormales en el cerebro que son características de la epilepsia.
En esta categoría también caben los trastornos del movimiento. Este término describe un grupo de afecciones neurológicas que involucran los músculos y los sistemas de movimiento del cuerpo. Los tics y los movimientos involuntarios a veces se puede confundir con convulsiones mioclónicas o convulsiones focales. Sin embargo, los trastornos del movimiento no causan pérdida de conciencia o cambios en el EEG. Algunas enfermedades parecidas a la epilepsia en cuanto a movimientos son el Parkinson, enfermedad de Huntington y síndrome de Tourette.
Finalmente, los imitadores de la epilepsia también incluyen los ataques de pánico y los episodios de hiperventilación. Estos en particular pueden representar dificultades reales en el diagnóstico.
Meningitis
La meningitis es otra de las enfermedades parecidas a la epilepsia. Se trata de una infección que causa la inflamación de las membranas del cerebro y la médula espinal. Los síntomas de la meningitis con frecuencia imitan a los de la epilepsia.
Esta infección a menudo es causada por un virus o una bacteria.
Las infecciones virales se puede curar sin tratamiento. Las infecciones bacterianas en cambio son extremadamente peligrosas y pueden causar daño cerebral e incluso la muerte. Los síntomas de la meningitis incluyen fiebre, dolor de cabeza severo, escalofríos, vómitos y rigidez en el cuello.
Migraña
Se cree que la migraña se debe a una disfunción neurológica. También puede ser producto del estrechamiento de los vasos sanguíneos en la cabeza y el cuello. Esto reduce el flujo de sangre al cerebro. La migraña es muy común y puede tener desencadenantes similares a las convulsiones por epilepsia.
Las migrañas confusionales son una forma rara de migraña y forman parte de los imitadores de la epilepsia. Esta afección se puede confundir con una convulsión focal en donde se presenta desorientación y dificultad para hablar.
Otro tipo de migraña aún más rara conocida como síndrome de Alicia en el País de las Maravillas. Esta condición también forma parte de las enfermedades parecidas a la epilepsia. Esta afección provoca una distorsión en la percepción. Por ejemplo, los objetos parecen más grandes o más pequeños de lo que son. Tampoco existe una claridad respecto a las relaciones espaciales de los objetos y el transcurrir del tiempo.
La migraña, como otros imitadores de la epilepsia, puede incluir desmayos, pérdida de la conciencia y cambios visuales o sensoriales.
Eclampsia
Durante el embarazo se puede sufrir de eclampsia, situación que puede ser muy peligrosa. La eclampsia es una de las condiciones similares a la epilepsia porque los principales síntomas incluyen convulsiones. Además, se presenta un aumento repentino de la presión arterial. Las mujeres que sufren de eclampsia y que tienen una convulsión deben llamar de inmediato a los servicios de emergencia o acudir al hospital más cercano. Después de recibir tratamiento y del parto, la mayoría de las mujeres no tendrá convulsiones y no desarrollará epilepsia.
Desmayos
El desmayo es la pérdida repentina de la conciencia. Por lo general es de corta duración y ocurre debido a una disminución del flujo de sangre al cerebro. Un desmayo se puede confundir con epilepsia porque la persona puede tener movimientos bruscos, espasmos o convulsiones mientras está inconsciente.
Los desmayos en niños pueden resultar aterradores para los padres. Durante el llanto, el menor puede perder el aliento y desmayarse. Con frecuencia se presenta una coloración azul o pálida y sudoración. Las extremidades pueden ponerse rígidas como si se estuviera teniendo una convulsión. Una crisis epiléptica generalmente comienza con la rigidez de las extremidades. Por ello los desmayos constituyen imitadores de la epilepsia frecuentes. Después de unos momentos, el niño recupera el aliento y la conciencia. Es posible que se quede dormido en poco tiempo debido al agotamiento.
Hasta el 50% de los niños y adolescentes y el 6% de la población general experimenta episodios de desmayos. Hay muchas causas y desencadenantes posibles. Una historia detallada del evento a menudo puede ayudar a diferenciar un desmayo de una convulsión. Cuando alguien experimenta temblores o sacudidas, o lo que parece ser una convulsión inmediatamente después de un desmayo, a menudo se llama síncope convulsivo.
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Ataques isquémicos transitorios
Un ataque isquémico transitorio es un mini derrame cerebral y, como su nombre indica, es solo temporal. Se produce por un breve periodo de suministro insuficiente de sangre a ciertas áreas del cerebro. Esta condición por lo general se resuelve en un día.
Un miniderrame transitorio también es una de las enfermedades parecidas a la epilepsia o que la imita. La persona puede experimentar debilidad y cambios sensoriales. Esto incluye adormecimiento y hormigueo, síntomas que puede confundirse con una convulsión. Los ataques isquémicos transitorios suelen durar más que las convulsiones y la pérdida de conciencia es rara.
Encefalitis
La encefalitis es una inflamación del cerebro, a menudo debido a una infección viral. Los síntomas incluyen dolor de cuello o rigidez, confusión, vómito, dolor de cabeza y fiebre. Esta se considera parte de las enfermedades parecidas a la epilepsia debido a que una vez más, los síntomas mencionados también se presentan en la epilepsia.
Concusión (convulsiones de impacto)
Muy ocasionalmente, las convulsiones pueden ocurrir a los pocos segundos de un impacto en la cabeza. Estas convulsiones no son epilépticas y se producen como consecuencia directa del impacto. No están asociadas con ninguna lesión cerebral estructural y no conducen a nuevas convulsiones o epilepsia.
Los imitadores de la epilepsia pueden ser muy difíciles de distinguir. Algunos pacientes han tomado medicamentos antiepilépticos de manera inapropiada durante décadas por afecciones que no son y nunca fueron convulsiones epilépticas. Es por eso que es indispensable la valoración de un profesional de salud con todos los exámenes necesarios.
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Fuentes de consulta:
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