Qué es la estimulación del nervio vago

Índice

1 ¿Qué es el nervio vago?
2 ¿Qué es la estimulación del nervio vago?
3 Cuando se aplica la estimulación del nervio vago
4 Beneficios de la estimulación del nervio vago
5 Riesgos de la VNS como terapia
- 5.1 Riesgos en la cirugía
- 5.2 Riesgos de la estimulación cerebral
6
7 ¿Cómo es el proceso de aplicación del estimulador?
8
9
10 Fuentes consultadas

¿Qué es el nervio vago?

El nervio vago es uno de los 12 pares de nervios craneales. Estos se originan en el cerebro y forman parte del sistema nervioso autónomo. La función de este sistema es controlar las funciones corporales involuntarias. El nervio vago inicia en el cerebro y pasa a través del cuello, el tórax y el abdomen. Por esto la estimulación del nervio vago se maneja como una opción de tratamiento para enfermedades como la epilepsia.

El nervio vago está estrechamente conectado con las funciones motoras de la voz, el diafragma, el estómago y el corazón. También tiene funciones tan importantes como la regulación de la homeostasis metabólica y en el eje neuroendocrino-inmune.

¿Qué es la estimulación del nervio vago?

La estimulación del nervio vago es mejor conocida como VNS, por sus siglas en inglés. Consiste en enviar pulsos suaves y regulares de energía eléctrica a través del nervio. Este tipo de tratamiento está limitado a pacientes con epilepsia y algunos casos de depresión resistente a otros tratamientos.

La aplicación de la VNS como tratamiento, se basa en la inserción de un generador de impulsos, muy similar a un marcapasos cardíaco. Ubicado debajo de la piel del tórax, se basa en enviar señales eléctricas intermitentes al cerebro. Esto permite estimular el nervio vago izquierdo en el cuello.

Este tipo de terapias, es una opción de tratamiento para las epilepsias refractarias o no controlables. Debido a que esta terapia logra reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis epilépticas.

Cuando se aplica la estimulación del nervio vago

Una opción para reducir las frecuencias de las convulsiones es la estimulación del nervio vago. Ya que el tercio de los pacientes con epilepsia, suelen no responder a los medicamentos anticonvulsivos.

Así mismo, esta terapia también llega a ser útil en el tratamiento de pacientes con depresión. Pero sólo en aquellos en los cuales los tratamientos intensivos, no han mostrado una respuesta positiva. Algunos de estos tratamientos son el uso de antidepresivos, la psicoterapia o la terapia electroconvulsiva.

Los principales requisitos para aplicar esta terapia en los pacientes epilépticos son:

Pacientes mayores de cuatro años
Diagnosticados con epilepsia focal (parcial)
Presentan convulsiones que no se pueden controlar bien con medicamentos

Beneficios de la estimulación del nervio vago

Debido a los resultados positivos, que ha mostrado la estimulación del nervio vago en una gran cantidad de pacientes. Desde 1997 la FDA aprobó esta terapia como un tratamiento para las convulsiones. Sin embargo, es importante resaltar que este tratamiento solo se considera en pacientes específicos. Como los que no han podido generar un control de sus convulsiones, pese al consumo de más de dos medicamentos antiepilépticos.

De igual manera, este tipo de terapia es considerado un procedimiento paliativo para los pacientes. Debido a que no logran mantener un control de las convulsiones y que no son aptos para cirugía. Ya que la VNS no elimina las convulsiones, sino que mejora el control de las convulsiones. Otros beneficios de esta terapia es:

Convulsiones más suaves o más cortas
Recuperación más rápida luego de las convulsiones (período postictal)
Aumento en la sensación de bienestar
Mejor estado de ánimo
Mejora del estado de alerta, la memoria y las habilidades cognitivas
Menos probabilidades ir a la sala de emergencias

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Riesgos de la VNS como terapia

Aunque los resultados de la estimulación del nervio vago son sumamente seguros. Pueden presentar ciertos riesgos, ya sea en la cirugía para la implantación del dispositivo como durante la estimulación cerebral.

Riesgos en la cirugía

Sus riesgos suelen ser muy similares a los peligros que conllevan diferentes tipos de cirugía y suelen ser poco frecuentes. Algunos de los síntomas son:

Dolor en la zona donde se realizó el corte (incisión) para implantar el dispositivo
Infección
Dificultad para tragar
Parálisis de las cuerdas vocales, que suele ser temporal, pero puede ser permanente

Riesgos de la estimulación cerebral

Se puede considerar a estos riesgos, como los efectos secundarios que produce la estimulación del nervio vago. En su gran mayoría son efectos que pueden ser tolerables por parte del paciente. Además de que llegan a ser más controlables cuando se ajustan los impulsos eléctricos del dispositivo. Algunos de los efectos secundarios son:

Cambios en la voz
Ronquera
Dolor de garganta
Tos
Dolores de cabeza
Dificultad para respirar
Dificultad para tragar
Picazón u hormigueo en la piel
Insomnio
Empeoramiento de la apnea del sueño

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¿Cómo es el proceso de aplicación del estimulador?

El dispositivo es colocado durante un proceso quirúrgico que no demora más de 30 – 45 minutos. Consiste en dos incisiones, una en el lado superior izquierdo del tórax. Y otra de manera horizontal en el lado izquierdo de la parte inferior del cuello.

En la primera incisión se coloca el generador de pulso, el cual es una pieza plana, de metal y de una pulgada y media de ancho. Sin embargo, el tamaño dependerá de la marca y modelo de estimulador que el médico recomiende. Así mismo, este dispositivo contiene una batería para realizar los impulsos, es común que esta batería tenga una duración de 15 años.

En la segunda incisión se colocan cables delgados y flexibles. Los cuales mantienen la conexión entre el generador de impulsos y el nervio vago.

A pesar de que el dispositivo es probado durante el proceso de colocación. El estimulador no se activa hasta unas dos o cuatro semanas después del procedimiento. Durante una consulta de activación, el profesional de la salud programa la duración, la frecuencia y la corriente que el generador transmite al nervio.

Es común que para el proceso de adaptación se inicie las estimulaciones de manera gradual. Esto también para controlar los efectos secundarios en el paciente. De igual manera, el dispositivo está encendido de manera continua. Ya que se programa para encender y apagar durante determinados periodos de tiempo. El intervalo de tiempo más común es 30 segundos encendido y unos 5 minutos apagado.