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Hernias en bebés

Algunas personas se sorprenden al saber que las hernias son muy comunes en niños. Los bebés, incluso los prematuros, pueden nacer con una. La buena noticia es que el tratamiento es sencillo. La reparación de hernias en bebés es una de las cirugías más comunes en niños. Es importante reconocer los síntomas para que el bebé reciba la atención médica oportuna.

Bebé con hernia umbilicalUna hernia es una protrusión o desplazamiento hacia el exterior de una parte interna del cuerpo. Estas a menudo aparecen como bultos o protuberancias que pueden aparecer y desaparecer. La razón es que el órgano interno (generalmente el intestino) atraviesa un punto débil de la pared abdominal.

Las hernias en bebés más comunes son la hernia umbilical y la hernia inguinal. Las hernias umbilicales generalmente ocurren en los bebés más pequeños y desaparecen antes del primer año. Muchos recién nacidos, cuando lloran, provocan que el ombligo se bote. Esto puede desaparecer conforme se fortalecen los músculos del abdomen. Las hernias inguinales a su vez ocurren en la ingle. Estas son más comunes en niños que en niñas y por lo general requieren cirugía de reparación.

Alrededor del 10% de todos los bebés tiene una hernia umbilical. Entre el 1% y el 3% de los niños desarrolla una hernia inguinal.

Tipos de hernias en bebés

Existen diferentes tipos de hernias y cada una requiere diferentes niveles de atención médica. En la mayoría de las hernias en bebés y niños, los tejidos herniados pueden protruirse solamente durante momentos de tensión física o presión. Un bulto prominente solo puede notarse cuando el bebé está llorando, tosiendo o haciendo un esfuerzo. También puede parecer que se retrae y desaparece en ocasiones. Las hernias en este estado son llamadas hernias reducibles y no representan un peligro inmediato.

En ocasiones, el tejido puede atraparse en un abertura o bolsa y no retraerse o regresar. A estas se les conoce como hernias incarceradas y son una condición médica que requiere atención inmediata. Por ejemplo, una parte del intestino que se atrapa y aprieta en el área de la ingle puede bloquear el paso de la comida a través del tracto digestivo. Los síntomas de una hernia incarcerada pueden incluir dolor, vómitos e irritabilidad. El bulto creado por la hernia puede sentirse duro.

Un médico generalmente puede liberar los tejidos atrapados al apretar suavemente la hernia y empujar su contenido dentor de la abertura del cuerpo. Debido a que las hernias incarceradas pueden ser dolorosas, se administra analgésicos antes del procedimiento. Por lo general, se requiere cirugía algunos días después para prevenir el desarrollo de otra hernia incarcerada.

La complicación más grave de una hernia es una hernia estrangulada, en la que el suministro de sangre normal no llega al tejido atrapado. Sin ese suministro de sangre, el tejido estrangulado no recibe oxígeno y muere. Se requiere cirugía inmediata para liberar eel tejido. De esta forma el oxígeno puede llegar a él de nuevo.

Infografía: tipos de hernias en bebés

Hernias inguinales en bebés

En los bebés, una hernia inguinal es causada con mayor frecuencia por una protrusión de una porción de intestino o un pliegue de membrana desde el abdomen. En niñas, se produce desde un ovario o trompa de Falopio a través de una abertura en la ingle. La apertura es causada por la presencia de un pliegue del peritoneo (membrana que cubre el interior del abdomen), que produce un saco. Dentro de este saco, el asa del intestino puede sobresalir.

La hernia es evidente como un bulto en el área de la ingle, especialmente cuando el niño llora, tose o se pone de pie. Algunas veces, en los niños, la hernia inguinal se extiende más allá de la ingle hacia el escroto (el saco que sostiene los testículos). En las niñas, puede extenderse a uno de los labios vaginales externos (los labios más grandes del tejido alrededor de la abertura vaginal). En estos casos, se puede ver un agrandamiento o inflamación que se extiende desde la ingle hasta el escroto o el labio vaginal.

Las hernias inguinales son más comunes en el lado derecho. También son más comunes en niños que en niñas y particularmente en bebés prematuros, bebés con testículos no descendidos o con fibrosis quística. Los niños con antecedentes familiares de hernias también tienen cierto riesgo.

Hernias umbilicales en bebés

Algunos bebés nacen con una debilidad o separación en los músculos abdominales alrededor del ombligo. A través de dicha debilidad puede sobresalir alguna membrana abdominal o el intestino delgado. De esta forma se produce una hernia umbilical. Es más notable cuando el bebé llora, tose o se esfuerza. Las hernias umbilicales son más comunes en las niñas, particularmente de ascendencia africana y los bebés con bajo peso al nacer. Estas hernias varían en tamaño, pues pueden medir menos de dos centímetros y hasta más de seis centímetros.

En la mayoría de los casos, una hernia umbilical no causa molestias. Por lo general, un médico puede regresar el contenido herniado a su lugar. La hernia umbilical de un bebé (a diferencia de la de un adulto) rara vez se obstruye o estrangula. De hecho, la mayoría de las hernias umbilicales (incluso las más grandes) tienden a cerrarse sin tratamiento antes de los dos años. Es por eso que el médico generalmente aconseja esperar y observar este tipo de hernias en bebés en lugar de operar.

La cirugía solo es necesaria si la hernia es muy grande. También si aumenta su tamaño después del primero o segundo año. Asimismo, si no sana a los cuatro o cinco años, o el niño desarrolla síntomas de obstrucción o estrangulación, como inflamación, vómitos, fiebre y dolor. Si se desarrollan dichos síntomas, es importante consultar inmediatamente al médico.

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Factores de riesgo de hernias en bebés

La probabilidad de desarrollar una hernia al nacer o después de nacer es significativa en los siguientes casos:

  • Nacimiento prematuro
  • Problemas en el desarrollo de los genitales o sistema urinario
  • Diagnóstico de fibrosis quística o síndrome de Down
  • Testículos sin descender
  • Historial de hernia en un padre o hermano
  • Nacer con displasia en la cadera, una condición en la que el hueso del muslo (fémur) no se alinea correctamente con la articulación de la cadera

Síntomas de hernias en bebés

Los síntomas de una hernia inguinal y una hernia umbilical son similares. La diferencia principal es el sitio donde se forma el bulto. Los síntomas de hernias en bebés son los siguientes:

Síntomas de hernias en bebésUn bulto alrededor del ombligo, cadera o escroto: se puede notar el bulto una protrusión pequeña similar a un dedo en el ombligo en caso de una hernia umbilical. El ombligo en sí podría parecer inflamado. En el caso de una hernia inguinal, se puede notar un bulto alrededor de la cintura y cerca de la ingle. En bebés varones, la hernia inguinal causa que el escroto se inflame.

Un abultamiento crónico que reaparece: en ocasiones, la hernia puede ser prominente solo cuando el bebé gatea, llora o está de pie. Otras veces puede no ser visible ya que la parte del intestino puede regresar, pero reaparece cuando hay cierta tensión en los músculos abdominales. Esto indica la presencia de una hernia reducible.

Enrojecimiento alrededor del bulto: la piel alrededor del bulto puede parecer roja y ligeramente inflamada.

Dolor localizado: tocar el área alrededor de la protuberancia puede hacer que el bebé llore o grite como muestra de dolor.

Dolor de estómago, vómito y náuseas: junto con el bulto, el bebé puede tener molestias abdominales, vómito y náuseas debido a la compresión del asa intestinal.

En caso de sospechar que el bebé tiene una hernia, se recomienda llevarlo a una revisión médica.

Diagnóstico de hernias en bebés

El doctor puede utilizar los siguientes métodos para diagnosticar hernias en bebés:

  • Examinación visual y física: un doctor detecta la hernia por la forma que tiene la protuberancia. Además, el médico examina la zona y la presiona para que regrese a su lugar. Esto ayuda a determinar la gravedad de la hernia.
  • Rayos X: una radiografía puede señalar con exactitud dónde el intestino sobresale y qué tanto se extiende.
  • Ultrasonido: esto diagnostica una posible estrangulación.

El doctor puede sugerir un tratamiento después de evaluar la severidad del defecto.

Tratamiento para hernias en bebés

Hernia umbilical: La mayoría de los niños no necesitan cirugía para tratar una hernia umbilical. Es probable que una cirugía se requiera si el defecto es muy grande o no desaparece. En caso de ser necesaria, la intervención quirúrgica es menor. Durante esta, el intestino se pone de regreso en su lugar y se sutura los músculos de la pared abdominal. La cirugía por lo general se hace después de los tres años. Es poco probable que una hernia de este tipo se estrangule.

Hernia inguinal: todos los niños con este tipo de hernia necesitan cirugía. Esto debido a la probabilidad de que la hernia se estrangule. Generalmente, la operación se programa con anticipación. Sin embargo, si la hernia es dolorosa, el bebé puede necesitar cirugía de emergencia.

Durante la cirugía, se empuja el intestino delgado, otro órgano o tejido de regreso a su lugar. El cirujano repara el orificio o el espacio que está causando la hernia. Además, puede revisar el otro lado de la ingle en busca de otra hernia o debilidad. Por lo general, el bebé puede regresar a casa el mismo día de la cirugía y puede estar activo de nueva cuenta en un par de días.

Complicaciones de hernias en bebés

Una hernia puede causar complicaciones de larga duración en caso de recibir tratamiento. Algunas de esas son:

Examinación física y visual de un bebéEstreñimiento crónico: el bebé puede sufrir de estreñimiento constante que no mejora. El paso inadecuado de comida a través del intestino afecta las funciones del sistema digestivo.

Encarcelamiento: una hernia incarcerada sucede cuando el intestino está significativamente fuera de su lugar. Esto complica la cirugía y el proceso de curación subsecuente. El bebé puede tener otras complicaciones como poco apetito y dolor constante en el abdomen o ingle.

Estrangulación: cuando una sección del intestino se retuerce y se convierte en un nudo se le conoce como hernia estrangulada. En este caso, el intestino se bloquea por completo y el paso de los alimentos se vuelve imposible. Los vasos sanguíneos se comprimen y el intestino herniado no recibe suministro de sangre. El tejido comienza a morir lentamente, lo que causa otros problemas como fiebre alta, dolor intenso, inflamación considerable y enrojecimiento alrededor de la hernia. La estrangulación es una complicación mortal que requiere cirugía de emergencia.

Infección: al estar fuera de su lugar, el intestino queda expuesto a patógenos y otros gérmenes que causan infección. Las infecciones pueden ocurrir cuando los alimentos se quedan en el intestino por mucho tiempo y atraen bacterias.

Daño a los órganos reproductivos: una hernia inguinal en hombres puede ejercer presión sobre los vasos sanguíneos que conducen a los testículos. Como resultado, los testículos reciben menos sangre, lo que puede provocar daño a los tejidos. La estrangulación en una hernia inguinal puede causar daño permanente a un testículo, por lo que tiene que ser removido quirúrgicamente.

Prevención de hernias en bebés

No hay forma de prevenir hernias en bebés. No hay nada que se pueda hacer antes o después del nacimiento del bebé para mitigar el desarrollo de una hernia. Un pediatra puede diagnosticar la hernia durante un examen de rutina. Los padres deben estar muy atentos a cualquier señal que pueda indicar una hernia para asegurar el tratamiento oportuno.

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Fuentes de consulta

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