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Heridas comunes en motocicleta
Si conduces una motocicleta con regularidad, los accidentes están presentes al menos como una preocupación. La situación es similar para quienes andan en bicicleta, aunque el riesgo y gravedad habitualmente son menores. Usar el equipo adecuado te puede ayudar a disminuir la intensidad de ciertas lesiones como una abrasión o raspón. Sin embargo, es importante saber que el mejor equipo de protección no te exenta de sufrir lesiones graves en caso de un accidente. La concentración, la prudencia y el apego a las normas de vialidad son valores insustituibles.
Después de un accidente en motocicleta o bicicleta, es posible lesionarse y sentir dolor en las áreas afectadas. Este dolor puede encubrir lesiones mayores. En caso de no haber hemorragia, es necesario tomarse el tiempo necesario para examinar el cuerpo en busca de inflamación, moretones o abrasiones. Además, es importante detectar posibles lesiones en articulaciones, extremidades y otras partes del cuerpo en caso de poder moverse por sí solo. Si notas una hinchazón excesiva, deformidad física o incapacidad para moverse o mover alguna extremidad, es fundamental recibir atención médica urgente.
Existen tratamientos para abrasiones o raspones dependiendo de la gravedad. El mejor tratamiento para casos severos o que abarquen gran parte del cuerpo, probablemente se encuentre en el hospital o consultorio médico. En algunos casos, puedes usar remedios caseros o métodos simples de primeros auxilios para reducir el dolor y sanar las heridas. En casos graves, se requiere visitar al médico o incluso ir a urgencias.
Tratamiento de una abrasión o raspón por accidente
Limpieza
Cuando se trata de una abrasión o raspón por un accidente en motocicleta, la limpieza es parte fundamental. Lavar y desinfectar las manos de forma cuidadosa es el primer paso. Hay que considerar usar guantes al tratar la lesión. Esto porque la limpieza inadecuada de las manos transmite bacterias a la herida, provocando una infección. También es recomendable esterilizar cualquier utensilio (como pinzas) antes de usarlo.
Si la herida sangra, aplica un paño limpio y presiona continuamente para detener el sangrado. La mayoría de las heridas responden positivamente a la presión directa. Si el sangrado no se detiene en 20 minutos, es necesario buscar atención médica. Con unas pinzas y gasas esterilizadas, hay que remover polvo, suciedad o objetos extraños del área afectada. Enjuaga la herida con solución salina o jabón antibacterial suave y agua. No presiones demasiado la herida, ya que pueden ingresar bacterias o lesionarse las estructuras debajo de la piel.
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Medicamentos
En ocasiones, es recomendable aplicar pomada o crema antiséptica sobre la abrasión o raspón de forma fina. Aplica de nueva cuenta en caso de que el médico lo recomiende. Existen ungüentos tópicos con un analgésico adicional, útiles en caso de que el dolor persista. La lidocaína añadida a ciertos ungüentos ayuda a aliviar el dolor.
Dependiendo del grado de lesión, probablemente habrá algo de dolor. Los analgésicos simples a menudo son bastante efectivos para reducirlo. En caso de necesitarlos, el doctor podrá recetar medicamentos más potentes.
También resulta efectivo aplicar un apósito hidrocoloide sobre la piel abierta. Estos apósitos tienen diferentes presentaciones y se puede adquirir en farmacias. En caso de no tener uno disponible, envuelve la herida ligeramente con una gasa limpia y antiadherente. Es importante hacerlo de esta manera, ya que la gasa tradicional puede adherirse a la herida afectada mientras cicatriza. Esto puede reabrir la herida cuando la gasa se retire y causar dolor intenso.
Complicaciones de una abrasión o raspón
Si la herida comienza a drenar líquido amarillo o verdoso (pus), o la piel alrededor se pone roja, caliente, hinchada o aumenta el dolor, probablemente se trate de una infección. Cualquier línea roja alrededor de la herida indica la posible presencia de infección en el sistema linfático. Este se encarga de drenar el líquido de los tejidos. La infección (linfangitis) se puede considerar grave, especialmente si hay fiebre. Busca atención médica si notas la aparición de dichas líneas rojas.
En caso de existir un área de sarpullido que no deja de sangrar, con restos de otros materiales que son imposibles de eliminar o muestra signos de infección, debes acudir inmediatamente con el médico.
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Recuperación de una abrasión o raspón
Inicialmente, el área de la lesión debe estar cubierta en todo momento. Una vez que la herida se ha cerrado, se puede exponer después de quitar los apósitos. Es muy probable que el apósito (terapia húmeda) evite la formación de costras y se pase directo a la formación de piel. Cuando la herida está curada, se nota una coloración rosada o roja opaca, no hay humedad y no hay sensibilidad al tacto. El doctor puede recomendar una crema hidratante que no contiene alcohol para ayudar a evitar el agrietamiento. Esto ayudará a restaurar la flexibilidad de la piel.
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Fuentes de consulta
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Phillips, N.. (2017). Lymphangitis. 8 de marzo de 2018, de Healthline Sitio web: https://www.healthline.com/health/lymphangitis
