Índice
- 1 Qué es un esguince
- 2 Cómo se produce un esguince
- 3 Grados de un esguince
- 4 Partes del cuerpo donde se puede producir un esguince
- 5 Esguinces en el adulto mayor
- 6 Tratamiento de un esguince: método R.I.C.E.
- 7 Tratamiento de un esguince: medicamentos y fisioterapia
- 8 ¡Escríbenos y síguenos en nuestras redes sociales!
- 9 Fuentes de consulta:
Qué es un esguince
Un esguince es el estiramiento excesivo o desgarro de los ligamentos. Los ligamentos son las bandas resistentes de tejido fibroso que conectan a dos huesos en una articulación. La ubicación más común para un esguince es el tobillo. El tratamiento de un esguince leve por lo general incluye reposo, hielo, compresión y elevación. Un esguince en el pie, un esguince de rodilla o cualquier otro que sea de un grado menor, se puede tratar en el hogar con buenos resultados. Sin embargo, los esguinces severos pueden requerir cirugía para reparar los ligamentos rotos.
La diferencia entre un esguince y una distensión es que un esguince afecta a los ligamentos, mientras que una distensión implica una lesión en un músculo o en la banda de tejido que une al músculo con el hueso.
Esguince se origina de la palabra francesa espriandre que significa retorcer. Los ligamentos son estructuras que unen a dos huesos a través de las articulaciones. Por lo tanto, cuando un ligamento se lesiona o tuerce, se puede producir un esguince. Esto ocurre principalmente alrededor de las articulaciones del tobillo y la rodilla. Sin embargo, el esguince puede ocurrir en cualquier articulación.
Debido a que es una lesión común, en este artículo nos enfocamos en el el tratamiento de un esguince. En particular, el tratamiento del esguince del tobillo, pues es la articulación afectada con mayor frecuencia. No obstante, también abordamos las causas, grados, síntomas y diagnóstico de cualquier tipo de esguince. En el caso particular de un esguince en un adulto mayor, se menciona algunas consideraciones que se debe tener.
Cómo se produce un esguince
Un esguince se produce debido al sobreestiramiento repentino de los ligamentos. Esto puede ocurrir por un movimiento repentino e incontrolado en la articulación. Por ejemplo, torcerse el tobillo al realizar actividad física o sobreestirar la muñeca en un esfuerzo por protegerse durante una caída. La fuerza de la lesión hace que los ligamentos se estiren más allá de sus límites normales. Como resultado, se puede producir un esguince.
Grados de un esguince
Los grados de un esguince varían desde un estiramiento menor hasta un desgarro completo. Los esguinces se clasifica en tres grados:
Grado I
El primer grado de un esguince es solo una ruptura o estiramiento menor de un ligamento. Consiste en un desgarro microscópico de algunas fibras.
Este tipo de esguince es muy común y casi todos lo han experimentado en algún momento. Esta lesión resulta en sensibilidad e inflamación local leve, y se asocia con una disminución mínima de la función. El tratamiento de un esguince grado I puede requerir solo reposo y compresas de hielo.
Grado II
El segundo grado de un esguince consiste en la ruptura parcial del ligamento. Esto significa que existe un daño a una parte del ligamento, pero no a todas las fibras. Va acompañado de sensibilidad e inflamación moderada y se asocia con una disminución del movimiento.
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Grado III
El tercer grado es una ruptura completa de los ligamentos. Este tipo de esguince es el más grave pues el ligamento se rompe. Además, si es lo bastante severo, también se puede producir una fractura. Como resultado, el tercer grado de un esguince causa inestabilidad de la articulación involucrada.
Las articulaciones más comúnmente involucradas en un esguince grave son el tobillo, muñeca, rodilla y dedo.
Los esguinces pueden ser dolorosos y dificultar la realización de las actividades diarias. El tratamiento de un esguince es fundamental para evitar complicaciones como futuras lesiones en la articulación.
Partes del cuerpo donde se puede producir un esguince
Cada articulación del cuerpo tiene bandas de tejido que las mantienen unidas. Estas bandas se llaman ligamentos. Cuando los ligamentos giran fuera de su rango de movimiento normal, se estiran demasiado y pueden experimentar microdesgarros. El cuerpo responde a esta lesión a través de la inflamación y pasando por un proceso de curación para volver a unir el tejido.
Un esguince por lo general ocurre en el tobillo, rodilla, muñeca o en algún dedo de la mano. En los tobillos, los ligamentos al exterior de la articulación tienen más probabilidades de lesionarse. En las rodillas, cualquiera de los ligamentos puede lesionarse porque la rodilla gira de diferentes maneras. No obstante, los ligamentos internos de la rodilla tiende a lesionarse con mayor frecuencia.
Los esguinces a menudo ocurren en las siguientes circunstancias:
- Caminar o hacer ejercicio en una superficie irregular, y saltar y caer torpemente, puede causar un esguince de tobillo
- Un mal giro o torcedura durante una actividad deportiva, por ejemplo el baloncesto, puede ocasionar un esguince de rodilla
- Caer y apoyar la mano extendida durante una caída es una causa frecuente de esguince de muñeca
- Una sobreextensión de los ligamentos del dedo pulgar o de cualquier otro dedo al practicar deportes de raqueta, como el tenis, puede conducir al esguince de un dedo de la mano
Es especialmente relevante que los niños tienen áreas de tejido más blando llamadas placas de crecimiento. Estas se ubican cerca de los extremos de los huesos. Los ligamentos alrededor de una articulación a menudo son más fuertes que estas placas de crecimiento. Como resultado, los niños tienen mayor probabilidad de sufrir una fractura que un esguince.
Esguinces en el adulto mayor
Un esguince en el adulto mayor puede ser extremadamente frustrante y limitante. Puede afectar tanto la salud física, como la salud general.
Las caídas en adultos mayores son uno de los accidentes más recurrentes que enfrenta este grupo de la población. Este tipo de lesiones se presentan con mayor frecuencia debido a caídas en el propio hogar. Cada año, millones de personas mayores de 65 años sufren algún accidente que provoca esguinces, fracturas y traumatismos craneales, entre otras cosas. De hecho, más de una de cada cuatro personas mayores se cae cada año, pero menos de la mitad acude al médico.
Los esguinces a menudo se asocia con la actividad física, especialmente en alguien joven. Pero estas lesiones no se limitan a un trauma en una actividad deportiva ni a los niños y jóvenes. Con el envejecimiento, los tejidos de las articulaciones se desgastan y se vuelven menos flexibles. Esto aumenta el riesgo de un esguince. Los esguinces de muñeca en adultos mayores a menudo ocurren cuando se apoya la mano para detenerse durante una caída. Los esguinces de tobillo, por otro lado, pueden deberse a acciones simples como levantarse de una cama o silla y perder el equilibrio. Además, dar un paso en falso también puede dañar los ligamentos y ocasionar un esguince.
Tratamiento de un esguince: método R.I.C.E.
El tratamiento de un esguince por lo general por lo general atraviesa tres fases de recuperación. La curación de un esguince de tobillo o rodilla toma entre dos semanas y dos meses. No existe una fórmula mágica para acelerar el proceso. Sin embargo, moverse sistemáticamente a través de estas fases permite que la articulación sane adecuadamente y reduce la probabilidad de volver a lesionarse.
Ya sea para el tratamiento de un esguince de tobillo, rodilla, muñeca o dedo, casi siempre el primer paso es el método R.I.C.E., por sus siglas en inglés. Esta forma tradicional y no invasiva para el tratamiento de un esguince consiste en: descanso, hielo, compresión y elevación. El objetivo es minimizar el daño al ligamento y maximizar las posibilidades de una recuperación rápida y exitosa.
La articulación se debe dejar descansar al menos durante 48 horas. Además, se debe aplicar una compresa de hielo sobre la zona afectada. Se debe procurar no aplicar durante intervalos de más de 20 minutos, ya que esto puede dañar la piel. La compresión de la articulación ayuda a controlar la hinchazón y a estimular el flujo sanguíneo. Finalmente, elevar la articulación es necesario para permitir que el corazón regule el flujo sanguíneo. La elevación también contribuye a reducir la hinchazón y los moretones. Si no se trata estos dos factores, después se puede reducir aún más la movilidad y aumentar el tiempo para que la articulación sane.
El tratamiento de un esguince depende de la gravedad, la cantidad de ligamentos dañados y si el hueso también sufrió daño. Lo más recomendable es buscar lo antes posible la asesoría de un profesional de la salud como un fisioterapeuta. De esta forma se podrá evaluar el daño.
Tratamiento de un esguince: medicamentos y fisioterapia
El tratamiento de un esguince también puede incluir fisioterapia o antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación.
El daño a los ligamentos se puede evaluar mediante radiografías, tomografía computarizada o resonancia magnética. Esto es extremadamente importante, ya que un esguince tratado incorrectamente podría provocar complicaciones crónicas.
Un esguince de muñeca moderado puede requerir una férula para que la articulación se mantenga inmóvil durante una semana aproximadamente. Por otro lado, un esguince más grave puede requerir cirugía.
Dependiendo de la gravedad del esguince, se debe discutir otras formas de tratamiento con el profesional de la salud. Esto incluye la opción de fisioterapia.
Sufrir de un esguince de tobillo y no tratarlo correctamente pone a la persona hasta en un 70% de riesgo de volver a lesionarse. Como resultado, recibir la rehabilitación adecuada es fundamental. Esto incluye una posible fisioterapia de tobillo. Un plan personalizado de fisioterapia para el tratamiento de un esguince por lo general incluye tres etapas:
- Descansar, proteger y reducir la hinchazón de la zona afectada
- Restaurar la flexibilidad y la fuerza de la articulación
- Regresar al movimiento habitual y al uso completo
La atención oportuna y completa es la diferencia entre una recuperación total o potenciales complicaciones crónicas.
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Fuentes de consulta:
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