Causas de los ojos llorosos y lágrimas excesivas

Epífora ocular: la producción excesiva de lágrimas

La epífora ocular, lagrimeo constante, ojos llorosos o lágrimas excesivas, es un trastorno que consiste en una interrupción en el equilibrio entre la producción de lágrimas y la pérdida de lágrimas. Muchas condiciones de salud, problemas oftalmológicos o circunstancias, pueden conducir al lagrimeo continuo de los ojos.

El cuerpo produce lágrimas para mantener los ojos lubricados y para ayudar a eliminar cualquier agente extraño. Cuando el cuerpo produce demasiadas lágrimas o el drenaje de las lágrimas se ve afectado, el resultado es la presencia de ojos llorosos y un lagrimeo constante. Si bien no es dañino, los ojos llorosos pueden ser molestos e irritantes. Hay varias formas de diagnosticar y tratar las lágrimas excesivas o el lagrimeo constante. Por lo general, se puede tratar de manera rápida y efectiva, dependiendo la causa subyacente.

Se necesita lágrimas para mantener la superficie frontal del ojo saludable y una visión clara. No obstante, demasiadas lágrimas pueden dificultar la vista. Esto puede hacer que conducir u otras actividades cotidianas como cocinar, puedan ser difíciles e incluso, peligrosas.

La epífora puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más común en personas menores de 12 meses o mayores de 60 años. Además, puede afectar a uno o ambos ojos.

Tipos de lágrimas

Hay tres tipos diferentes de lágrimas: basales, reflejas y emocionales. Las lágrimas basales mantienen los ojos lubricados. En un ojo sano, la córnea está continuamente húmeda y se alimenta de las lágrimas basales.

Por otro lado, las lágrimas reflejas se producen cuando el viento, arena, insectos u otro agente golpea los ojos. Es decir, las lágrimas reflejas son el resultado de la irritación de los ojos por partículas peligrosas del material particulado. Tanto las lágrimas basales como las reflejas tienen el mismo objetivo: proteger los ojos.

Finalmente, las lágrimas emocionales se secreta en momentos de intensidad sentimental. Esto puede ser alegría, pero con frecuencia es más común cuando se siente dolor o tristeza. Las lágrimas emocionales contienen hormonas del estrés. Por lo tanto, la producción de este tipo de lágrimas es una forma de deshacerse de la tensión física o emocional producida por el estrés. Esta puede ser una razón por la cual el llanto es considerado terapéutico.

Anatomía y fisiología del sistema lagrimal

El aparato o sistema lagrimal está conformado por un grupo de estructuras de la órbita ocular. Dicho sistema se encarga de distribuir las lágrimas por todo el globo ocular y de eliminarlas a través de las fosas nasales. El aparato lagrimal está formado por dos partes claramente diferenciadas:

Sistema secretor: parte donde se producen las lágrimas, formada por tres tipos de glándulas:

• Glándula lagrimal principal
• Glándulas accesorias (glándula de Krause y glándula de Wolfring)

Sistema excretor: parte por donde se drenan las lágrimas hasta las fosas nasales. Está compuesto por:

• Puntos lagrimales
• Canalículos lagrimales
• Sacos lagrimales
• Conductos lagrimales
• Conductos nasolagrimales

La glándula lagrimal principal, las glándulas lagrimales accesorias y el epitelio conjuntival, son los responsables de producir lágrimas. Al parpadear, las lágrimas se extienden sobre la superficie del ojo para establecer la película lagrimal. Cada contracción del músculo orbicular de los párpados ayuda a mover las lágrimas a través de la superficie ocular hacia el sistema de drenaje lagrimal.

Alrededor del 90% de las lágrimas se reabsorbe a través de la mucosa del conducto nasolagrimal y el 10% se drena en el piso de la cavidad nasal.

Por qué lagrimean los ojos: función de las lágrimas

Después de parpadear, una película de líquido lagrimal recubre la superficie del ojo a un cierto grosor y se mantiene durante un tiempo. A esto se le llama estabilidad de lágrimas. Las lágrimas no solo mantienen el ojo húmedo, sino también tienen un papel importante en la función saludable del ojo. La función de las lágrimas incluye:

Evitar la sequedad: las lágrimas previenen los ojos secos al cubrir la superficie del ojo, además de brindar protección contra irritantes externos.

Suministrar oxígeno y nutrientes: no hay vasos sanguíneos en la superficie del ojo, por lo que el oxígeno y los nutrientes se transportan a las células de la superficie ocular a través de las lágrimas.

Prevenir infecciones: los cuerpos extraños que entran al ojo son lavados por las lágrimas. Además, las lágrimas contienen una sustancia llamada lisozima, la cual tiene una acción antibacteriana y trabaja para prevenir la invasión e infección por microbios.

Curar el daño a los ojos: las lágrimas contienen proteínas y minerales que ayudan a curar el daño a la superficie ocular.

Crear una superficie lisa: las lágrimas lubrican y alisan la superficie del ojo para que la luz se refracte correctamente, lo cual permite ver con claridad.

Causas de los ojos llorosos y lágrimas excesivas

Bebé con infección por bloqueo de los conductos lagrimales

El sistema lagrimal consiste en un delicado equilibrio entre la producción y la pérdida de lágrimas. Este equilibrio puede verse perjudicado porque el sistema lagrimal está sujeto a una entrada constante de factores ambientales, físicos y biológicos. Un desequilibrio en el sistema en cualquier dirección puede conducir a lágrimas excesivas y ojos llorosos. Por lo tanto, la epífora es el resultado del desequilibrio en el sistema lagrimal. Las dos causas principales de los ojos llorosos son el bloqueo de los conductos lagrimales y la producción excesiva de lágrimas.

Epífora por conductos lagrimales bloqueados

Algunas personas nacen con conductos lagrimales poco desarrollados. Los recién nacidos a menudo tienen ojos llorosos que desaparecen en unas pocas semanas, a medida que se desarrolla los conductos lagrimales.

La causa más común de la epífora en adultos y niños mayores es el bloqueo de los conductos lagrimales o conductos demasiado estrechos. El estrechamiento de estos conductos suele ser el resultado de la hinchazón o inflamación. Si los conductos lagrimales se estrechan o bloquean, las lágrimas no podrán drenarse y se acumularán en el saco lagrimal. La acumulación de lágrimas en el saco lagrimal aumenta el riesgo de infección. Además, en este caso, el ojo puede producir un líquido pegajoso y empeorar el problema. Una infección también puede provocar una inflamación al costado de la nariz y junto al ojo.

Los canales de drenaje estrechos en el interior de los ojos (canalículos) también pueden obstruirse. Esto puede ser causado por la hinchazón o cicatrización.

Epífora por sobreproducción de lágrimas

Los ojos irritados pueden producir un lagrimeo excesivo a medida que el cuerpo trata de eliminar algún irritante. Los siguientes irritantes pueden causar lagrimeo constante y ojos llorosos:

• Humo de productos químicos, incluso, la cebolla
• Conjuntivitis infecciosa
• Conjuntivitis alérgica
• Lesión en el ojo, ya sea rasguño, entrada de un insecto, tierra o golpe
• Triquiasis, anomalía que consiste en el crecimiento de las pestañas hacia el interior del globo ocular
• Ectropión, afección ocular del párpado inferior que se tuerce o se voltea hacia afuera

Algunas personas pueden producir lágrimas con un alto contenido de grasa o lípidos. Esto puede interferir con la propagación uniforme del líquido a través del ojo, dejando parches secos que se vuelven dolorosos, irritados y causan que el ojo produzca un exceso de lágrimas.

Sabías que… dentro de las células de la cebolla existen algunos compuestos que contienen azufre. Cuando se pica la cebolla se rompen las células de azufre. Como resultado, se produce una reacción química que transforma los compuestos en moléculas sulfuradas más volátiles que son liberadas en el aire. Esta es la razón por la cual cortar cebolla causa ojos llorosos.

Otras causas de la epífora o lagrimeo excesivo

Hay muchas posibles causas de ojos llorosos. Por lo tanto, si la molestia es persistente, se debe acudir a un oftalmólogo. Las siguientes condiciones, entre otras, también pueden provocar epífora o lagrimeo constante:

• Queratitis, infección de la córnea
• Úlcera corneal, llaga abierta que se forma en el ojo
• Orzuelo o chalazión, bultos que pueden crecer en el borde del párpado
• Parálisis de bell (parálisis facial)
• Ojos secos
• Alergias, incluida la fiebre del heno
• Problema con las glándulas de Meibomio (glándulas de los párpados)
• Uso de ciertos medicamentos

Cuándo buscar atención médica

Si se presenta lagrimeo continuo junto con los siguientes síntomas, la persona debe consultar a un médico:

• Visión reducida
• Dolor o hinchazón alrededor de los ojos
• Sensación de que algo está en el ojo
• Ojos rojos o enrojecimiento persistente

Tratamiento de los ojos llorosos y lágrimas excesivas

En caso de epífora leve, el profesional de la salud puede recomendar esperar y monitorear el progreso del paciente. Por otro lado, en el caso de un lagrimeo constante severo, los ojos llorosos a menudo se puede tratar con gotas para los ojos, compresas tibias o medicamento.

Las diferentes causas de los ojos llorosos tienen opciones de tratamiento específicas. Por ejemplo:

Irritación ocular: si los ojos llorosos son causados por una conjuntivitis infecciosa, es posible que el médico prefiera esperar aproximadamente una semana para ver si el problema se resuelve solo sin antibióticos.

Triquiasis: si la causa de la epífora es una pestaña que crece hacia adentro, o algún objeto extraño se alojó en el ojo, el médico lo eliminará.

Ectropión: si las lágrimas excesivas ocurren debido al párpado que se vuelve hacia el exterior, es posible que el paciente deba someterse a una cirugía. En este procedimiento se repara el tendón que mantiene al párpado externo en su lugar.

Conductos lagrimales bloqueados: una cirugía puede crear un nuevo canal desde el saco lagrimal hacia el interior de la nariz. Esto permite que las lágrimas pasen por alto la parte bloqueada del conducto lagrimal. Este procedimiento quirúrgico se llama dacriocistorrinostomía.

Si los canales de drenaje o canalículos están estrechados pero no están completamente bloqueados, el médico puede usar una sonda para agrandarlos. Cuando los canalículos están completamente bloqueados, puede requerir cirugía.

Ojos llorosos en bebés

En bebés recién nacidos, los ojos llorosos o el lagrimeo constante por lo general se resuelve en unas pocas semanas. A veces, se puede formar un líquido pegajoso alrededor de los ojos del bebé. En este caso, se puede usar un hisopo o trozo de algodón que se haya empapado con agua estéril para limpiar con cuidado los ojos del bebé. El agua estéril debe hervirse, pero es importante asegurarse de que se enfríe antes de sumergir el algodón. En ocasiones las lágrimas puede drenarse masajeando suavemente los conductos lagrimales. Para esto se tiene que aplicar una ligera presión con el dedo pulgar hacia el exterior de la nariz.

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Fuentes de consulta:

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