Índice
- 1 El hígado: un órgano de vital importancia
- 2 Estructura del hígado
- 3 Función del hígado
- 4 Enfermedades hepáticas: función del hígado disminuida
- 5
- 6 Síntomas de enfermedad hepática
- 7 Causas de enfermedad hepática
- 8 Cómo mantener saludable el hígado
- 9 ¡Escríbenos y síguenos en nuestras redes sociales!
- 10 Fuentes de consulta:
El hígado: un órgano de vital importancia
El hígado es un órgano grande y carnoso que se encuentra en el lado derecho del abdomen. Tiene un peso aproximado de kilo y medio, y es de color marrón rojizo y de textura gomosa. El hígado tiene dos grandes secciones llamadas lóbulo derecho y lóbulo izquierdo. La vesícula biliar se encuentra debajo del hígado, junto con partes del páncreas y los intestinos. La función del hígado y estos órganos es esencial para digerir, absorber y procesar los alimentos.
El hígado limpia la sangre y produce bilis, que ayuda en la digestión de las grasas. Además, contribuye a mantener el nivel correcto de azúcar en la sangre. La función principal del hígado es filtrar la sangre proveniente del tracto digestivo, antes de pasarla al resto del cuerpo. Otra función del hígado es desintoxicar los productos químicos y metabolizar los fármacos. Al hacerlo, el hígado secreta bilis que regresa a los intestinos. Por si fuera poco todo lo anterior, el hígado produce proteínas que son importantes para la coagulación.
Estructura del hígado
El hígado se ubica en la parte superior derecha de la cavidad abdominal; debajo del diafragma y arriba del estómago, el riñón derecho y los intestinos. Como ya se señaló, el hígado es un órgano de color marrón-rojizo que pesa alrededor de 1.5 kg (3 libras). En realidad tiene un peso promedio de 1.8 kg en los hombres y 1.3 kg en mujeres. Hay dos fuentes distintas que suministran sangre al hígado, incluidas las siguientes:
- Sangre oxigenada que fluye desde la arteria hepática
- Sangre rica en nutrientes que fluye desde la vena porta hepática
El hígado contiene en un momento dado alrededor de medio litro de sangre, alrededor de 10% del suministro de sangre del cuerpo. Los lóbulos del hígado están formados por ocho segmentos que constan de mil lóbulos diminutos. Estos lóbulos están conectados a pequeños conductos que a su vez se unen a conductos más grandes para formar el conducto hepático común. Este transporta la bilis producida por las células del hígado a la vesícula biliar y al duodeno (primera parte del intestino delgado) a través del conducto biliar común.
Alrededor del 60% del hígado está compuesto por células hepáticas llamadas hepatocitos. Los hepatocitos absorben nutrientes y desintoxican y eliminan sustancias nocivas de la sangre.
Un hepatocito tiene una vida promedio de 150 días y hay aproximadamente 200 mil hepatocitos en cada miligramo de tejido hepático
Función del hígado
El hígado regula la mayoría de los niveles químicos en la sangre. Toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa a través del hígado. El hígado procesa esta sangre y así descompone, equilibra y crea los nutrientes. Se ha identificado más de 500 funciones vitales del hígado. Algunas de las funciones más conocidas son las siguientes:
- Producción de bilis que ayuda a eliminar los desechos y descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión.
- Conversión de glucosa en glucógeno: el glucógeno se almacena y puede convertirse posteriormente en glucosa para obtener energía y para equilibrar y producir glucosa según sea necesario.
- Producción de proteínas para el plasma sanguíneo.
- Producción de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas a través del cuerpo.
- Regulación de los niveles sanguíneos de aminoácidos, que forman los componentes básicos de las proteínas.
- Procesamiento de hemoglobina para el uso de hierro, que el hígado almacena.
- Conversión de amoniaco venenoso a urea: la urea es un producto final del metabolismo de las proteínas y se elimina en la orina.
- Limpiar la sangre de fármacos y otras sustancias venenosas.
- Regular la coagulación de la sangre: con ayuda de la vitamina K, el hígado produce proteínas que ayudan al proceso de coagulación.
- Combatir infecciones al crear factores inmunes y eliminar bacterias del torrente sanguíneo.
- Remover la bilirrubina de los glóbulos rojos: si hay una acumulación de bilirrubina, la piel y los ojos se vuelven amarillos.
El hígado y la producción de energía
Una función del hígado de suma importancia es descomponer los alimentos y convertirlos en energía. Algunos carbohidratos se descomponen en glucosa y se almacenan principalmente en el hígado y los músculos en forma de glucógeno. Es especialmente relevante recordar que una función del hígado es ayudar al cuerpo a eliminar desechos. Los productos de desecho que no son excretados por los riñones son eliminados de la sangre gracias al hígado. Algunos de ellos pasan al duodeno y luego al intestino a través de los conductos biliares. Las personas con daño hepático a veces pueden perder la capacidad de controlar la concentración de glucosa en la sangre y necesitan un suministro regular de azúcar.
Enfermedades hepáticas: función del hígado disminuida
Cualquier cosa que impida la función del hígado puede poner la vida en peligro. Hay diferentes tipos de enfermedades hepáticas. En realidad no importa qué condición se padezca, es probable que el daño al hígado progrese de manera similar. Ya sea que el hígado esté infectado con un virus, sea lastimado por químicos o sufra el ataque del propio sistema inmunológico, el peligro básico es el mismo. El daño puede ser tal que la función del hígado no pueda mantenerse, ni la vida misma de la persona.
Inflamación del hígado
En la etapa temprana de cualquier enfermedad hepática, el hígado puede inflamarse, y volverse blando y agrandado. La inflamación es señal de que el cuerpo está tratando de combatir una infección o sanar una lesión. Sin embargo, si la inflamación continúa, el daño al hígado puede ser permanente. Un hígado inflamado puede no causar molestias en absoluto. Si la enfermedad hepática se diagnostica y se trata con éxito en esta etapa, la inflamación puede desaparecer.
Fibrosis hepática
Si no se trata el hígado inflamado, comenzará a cicatrizar. A medida que crece el exceso de tejido cicatricial, se reemplaza el tejido hepático sano. A este proceso se llama fibrosis. El tejido cicatricial no puede ejercer la función del tejido hepático saludable. A medida que se acumula más tejido cicatricial, es posible que el hígado no trabaje tan bien como antes, o bien que la parte sana del hígado tenga que trabajar más para compensar la parte dañada.
Cirrosis
La cirrosis es la cicatrización del hígado, en la que el tejido cicatricial duro reemplaza el tejido blando sano. A medida que la cirrosis empeora, el hígado tendrá menos tejido sano. Si la condición no se trata, la función del hígado puede dañarse tanto, que el órgano falle por completo. La cirrosis puede conducir a una serie de complicaciones, incluido el cáncer de hígado.
Enfermedad hepática en etapa terminal
La enfermedad hepática en etapa terminal incluye algunos pacientes con cirrosis que tienen signos de descompensación que por lo general son irreversibles. La única alternativa para las personas con esta condición es un trasplante. La descompensación incluye encefalopatía hepática, hemorragia varicosa, insuficiencia renal, ascitis y problemas pulmonares. Debido a la gravedad de la condición, estos pacientes con frecuencia reciben prioridad en la lista de trasplantes.
Cáncer de hígado
El cáncer que comienza en el hígado se llama cáncer primario de hígado. La cirrosis y la hepatitis B son los principales factores de riesgo para el cáncer de hígado primario. Sin embargo, el cáncer puede desarrollarse en cualquier etapa de la progresión de la enfermedad hepática.
Síntomas de enfermedad hepática
Los síntomas de la enfermedad hepática dependen del trastorno y pueden incluir los siguientes:
- Ictericia
- Orina oscura
- Náusea
- Vómitos
- Diarrea
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Malestar general
- Fiebre
- Abdomen y tobillo inflamados
- Dolor abdominal en la parte superior derecha
- Anemia
- Vómito con sangre
- Heces negras
- Cambios en el estado mental (trastorno del sueño, confusión, somnolencia)
Causas de enfermedad hepática
Algunas de las causas de la enfermedad hepática incluyen:
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico
- Infecciones de virus de hepatitis
- Enfermedad hepática relacionada con el alcohol
- Efecto tóxico de medicamentos
- Anomalías congénitas o hereditarias del hígado que involucran la acumulación de hierro y cobre en el cuerpo
- Trastornos enzimáticos poco comunes
- Condiciones que conducen al daño de las células hepáticas o el conducto biliar
Cómo mantener saludable el hígado
A continuación presentamos algunas recomendaciones para ayudar a que la función del hígado se mantenga saludable:
- Dieta balanceada: debido a que el hígado es responsable de digerir las grasas, un consumo moderado puede evitar la sobrecarga del órgano y la alteración de su actividad.
- Consumo moderado de alcohol: beber alcohol con frecuencia y en exceso puede causar cirrosis con el tiempo.
- Evitar sustancias ilícitas: las drogas y otros fármacos pueden sobrecargar el hígado con toxinas.
- Precaución al mezclar medicamentos: algunos medicamentos y remedios naturales pueden interactuar negativamente cuando se mezclan. Mezclar drogas con alcohol ejerce una presión significativa sobre el hígado.
- Protección contra sustancias químicas en el aire: al pintar o usar productos de limpieza o jardinería, el área debe estar bien ventilada o se debe usar una máscara. El hígado procesa cualquier toxina que ingrese al cuerpo.
- Vacunas: vacunarse es esencial si se viaja a un área donde la hepatitis A o hepatitis B son un problema serio de salud. La malaria crece y se multiplica en el hígado, y la fiebre amarilla puede provocar insuficiencia hepática. Se puede prevenir ambas enfermedades con medicamento y vacunas.
- Sexo seguro: no hay vacuna para la hepatitis C, por lo que se recomienda practicar el sexo seguro y tener precauciones con tatuajes y perforaciones.
- Evitar la exposición a la sangre y gérmenes: se recomienda recibir atención médica si se expuso a la sangre de otra persona. Es importante no compartir artículos personales relacionados con la higiene y evitar las agujas sucias o usadas.
A pesar de su capacidad de regeneración, el hígado debe estar saludable para ejercer bien sus funciones, incluida la regeneración. La salud del hígado puede protegerse a través del estilo de vida y medidas de nutrición.
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Fuentes de consulta:
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